martes

El perfume


El perfume.Título de un libro que leí hace varios años.Tantos como dieciocho.Me lo regalaron y lo leí degustando cada palabra.Por momentos creí oler lo que olía el protagonista.Eso dice mucho de su autor,te mete de lleno en su obra. No ví la película que hicieron hace poco de ella.No me gusta ver algo que he leído, en pantalla. Es como si me profanaran algo que es mío.Nadie puede hacerme sentir diferente lo que ya he leido.Es mejor leerlo porque así lo vives sólo tú.Y conste que el cine, el buen cine,me gusta.

Su autor es Patrick Süskind,nacido en 1949 en la localidad bávara de Ambach,de Alemania.Fue su primera novela en 1985.La obra se sitúa en la Francia del siglo XVIII,donde a través de la vida del perfumista y asesino de muchachas,Jean-Baptiste Grenouille, llegamos a un descenso en los turbadores abismos humanos.Es la obra que he leido en más ocasiones,y es como ver una gran pelicula.Nunca te hartas y te sorprende en cada momento.

Disfrutar en casa de una buena comida,buen vino y amigos.


Una delicia para mí y un placer es disfrutar de una buena comida en casa,rodeada de buenos amigos y regada con vino.

Me gusta que en casa se sienta todo el mundo bien,que no tengan prisa para irse y que cuando se les invite estén deseando decir que sí.Al menos, así es como yo se lo veo a mis amigos.

Yo me encargo de decorar la mesa,me gusta que cuando vengan traigan a sus hijos y ellos disfruten también.El trabajo lo repartimos y la comida o cena la hace mi pareja (por suerte para todos).No me gusta la cocina,así que soy feliz cuando me hacen la comida.Me gusta comer y él se encarga de hacerla,no sólo española, también árabe,turca...En fin,un verdadero placer.Cuando se junta todo:buena comida,buen vino y,lo más importante, buenos amigos con quien compartir,eres completamente feliz.Yo al menos lo soy.Por cierto, debemos organizar una pronto.Pero tenemos un amigo que está en Argentina de vacaciones y lo queremos esperar.No tardes,criaturilla...

No llevar reloj ni móvil encima durante un día.


No sé si alguna vez habeis podido comprobar lo que os digo.No llevar reloj ni móvil encima durante un día enterito.Durante muchos años he tenido que estar localizada por mi trabajo.El reloj y el móvil eran indispensables en mi vida diaria . El primero que tuve más bien era un "ladrillo móvil".Indescriptible cuando lo sacaba del bolso,pesaba como un maldito.

Durante años me ha estado sonando a cualquier hora del día o de la noche.Cualquier día de la semana,del mes o del año.Miraba el reloj para saber cuando terminaba mi "localización".

Esto es un hecho un poco fuera de lo común.Pero hay muchísimas personas que no viven sin llevar teléfono encima,como si de un apéndice más de nuestro cuerpo se tratara.Da igual que no les haya dado tiempo a tomar un desayuno tranquilo antes de salir a trabajar,deben comprobar que su móvil va con ellos a todos los lados,no vaya a coger un trauma (el móvil).Este invento está muy bien,sirve para muchas cosas y te puede salvar la vida en otras circunstancias. Pero todo debe usarse con moderación.No es bueno tanta "onda" pululando al lado de nuestra cabeza (cuando lo usamos) o de las zonas "íntimas" (cuando lo llevan en el bolsillo de los pantalones).Me pongo nerviosa cuando algunos se los dejan a sus propios hijos para que jueguen un ratito mientras se toman su cerveza. Luego miramos el reloj y salimos "pitando"porque ya no nos va a dar tiempo a hacer todo lo que nos habíamos programado ese día. Así,que cuando uno está de vacaciones,es bueno no llevar teléfono ni reloj.Comer cuando tienes hambre,dormir cuando estás cansado, sentarte y leer cuando quieres y no cuando lo tengas programado.Es un verdadero placer que nada te marque tu vida,aunque sólo sea por un día.Seguro que os gusta la prueba y la repetís más veces.Yo he bautizado ese día como el "día sin estrés".Es una gozada.Y si estás cerca del Mar,mucho mejor.

El niño con el pijama de rayas.



Así se titula el último libro que he leído. Me lo recomendó un buen amigo y le hice caso.
Este libro es sorprendente incluso antes de leerlo. Quiere decir que intentas leer su contraportada para ver de qué va el tema y el editor ya te dice que no te puede ayudar en eso.Pues si intentara explicar su contenido, estropearía la experiencia de la lectura.Te aclara que este libro no es sólo para que lo lean los adultos,aconsejan que lo haga niños a partir de trece años.Tiene 217 páginas pero lo leí en sólo tres días.Imposible dejarlo.Maravilloso.No tengo más palabras para definirlo.Si me hacéis caso y os decidís a leerlo,recomendadlo si os gusta.Su autor es John Boyne.Irlandés nacido en 1971. "El niño con el pijama de rayas" se ha traducido a veintidós idiomas y ha sido número 1 de la lista de libros más vendidos durante 35 semanas en Irlanda.

Sobre la adultización de la infancia y la infantilización de la adultez


¿No han notado que ahora los niños dejan de serlo allá por los ocho o así? La generación de los que andamos cerca de los cuarenta con ocho años aún veíamos Heidi y difícilmente nos habíamos librado de los pantalones cortos y el jersey de cuello vuelto que nunca te entraba por la cabeza.
Hoy con esa edad, ningún niño viste como niño, sino como adolescente. Las chicas empiezan a preocuparse de cosas más propias de jovencitas de quince años y todo va más rápido.
Pero para que haya un contrapeso, aún se considera como joven a un adulto de 35 añazos. Algunos de estos treintañeros siguen haciendo botellón y se comportan como si siguieran siendo adolescentes, te enseñan su móvil último modelo con los fondos de pantalla descargados y chateando como si tuvieran 20 años menos.
Pero como siempre, la culpa la tienen nuestras madres que cuando les dices que te vas a independizar (aun cercano a la cuarentena) van y te dicen: ¡ah!, ¿y para qué? con lo bien que estás en casa.
En la foto, una que se acaba de descargar la de los micrófonos, ya saben: proba, proba...