lunes

Decisiones (tercera parte)


Intento que mi mente se entretenga en otros menesteres más placenteros,por ejemplo,en lo guapo que iba ayer Luis.Le sentaban muy bien esos pantalones que hacían que me imaginara el efecto que el gimnasio,donde iba todos los días,le hacía en su trasero.No tuve suerte anoche con él.Por más que me insinuara no terminó de captar la indirecta.Creo que a él le gusta disfrutar con chicos en vez de con chicas.Nunca lo he visto salir con nadie.Aunque sólo lo conozco desde hace tres meses.Me lo presentó Lucía,mi compañera de trabajo.Ella es una amiga genial. Cuando tengo bajones ella es la que me ayuda.Sabe que en esos momentos no deseo que nadie me hable ni que me pregunte qué me pasa,por que si alguien lo hiciera,sólo con mi mirada,sabría que su acción me habría molestado. Así, que sin decirme ni una palabra,me da una entrada de cine para ver cualquier película y ya sí que nos vamos a meter las dos en él para desconectar del mundo exterior durante dos horas.Cuando salimos de allí soy yo la que comienzo a hablar para decirle que la invito a comer comida basura y así poder acostarme con la conciencia tan negra,por comer eso, como lo está mi estómago.
No sé lo que me voy a poner hoy,siento frío aunque estemos acabando el mes de junio.Si pudiera,me pondría falda con medias pero parecería que estoy loca.Opto por abrir el armario y coger un pantalón negro que me hace parecer más delgada.No me preocupa nada este tema.Hace unos meses lo pasé bastante mal con una prima mía.Ella estaba muy bien.Ni le sobraba ni le faltaba nada,al menos eso me parecía a mí.No solía verla muy a menudo pero al hacerlo notaba que cada vez estaba más delgada y demacrada.Me enteré que tenía problemas cuando tuvo que ser hospitalizada,se había quedado en cuarenta y dos kilos.Tenía problemas de salud muy graves y a punto estuvo de morir.Menos mal que se curó.Conoció a un enfermero que trabajaba allí y al que ella le dio su número de teléfono y su corazón.El la ha ayudado mucho y ha contribuido para que su cura sea más rápida.Lo que hace el amor, principalmente por uno mismo.
ESTE RELATO CORTO CONTINUARA...

Cantando bajo la lluvia.


La otra noche tuve la oportunidad de ver esta película tan maravillosa por primera vez.Sí,lo confieso,no la había visto nunca.Eso sí,la vi como en el cine con la ayuda de un proyector.En mi casita,genial.
A eso se le añade que estaba en buena compañía,en familia.
Nunca me han gustado los musicales.Eso de que cada tres frases te salgan cantando,lo llevaba fatal.Y digo llevaba,porque esta ha sido muy placentera.Esperaba los números musicales como gotas de agua.¿Será por la lluvia del título?
Con lo que disfruté mucho fue con el vestuario femenino.Todas iban con unos trajes preciosos(años veinte) y zapatos a juego,del mismo color.Hay una escena,cercana al final,donde todos van vestidos muy bien.Y ellas llevan unos trajes de colores sorprendentes para la época:fucsia,naranja,amarillo,verde manzana,rojo,lila...Con zapatos a juego,bonito juego de colores para atraerte aún más.
Don Lockwood es una estrella romántica del cine mudo.Tiene una pareja artística llamada Lina Lamont y tienen bastante éxito,hasta ahora.Ya que,ambientada en los años veinte,empieza el cine mudo y hay un pequeñito problema por el que a Lina Lamont se le hace más cuesta arriba.Escena para troncharse es la que se ve en un cine,donde proyectan la película donde ellos trabajan.
Se estrenó en 1952 y tuvo mucho éxito.Dirigida por Stanley Donen y Gene Kelly.
Como pequeñas anécdotas,deciros que cuando Gene Kelly hizo la escena famosa bajo la lluvia,tenía 40 de fiebre,que el agua era una solución salina mezclada con leche para que fuera mejor captada por la cámara.La grabación de la escena se realizó en una sola toma.
Y para terminar,aunque no sale mucho,las piernas de Cyd Charisse.

Aprender algo


Esta es la entrada número cien y para ella he pensado que nada mejor que colocar entre las diez cosas para ser feliz, la de aprender algo. Todos hemos tenido la experiencia de que de repente, algo que no conocías o te parecía incomprensible se abre y sientes que por fin cobra sentido. Es mucho más placentera esta experiencia si un buen maestro o maestra consigue el milagro. Da igual la edad y formación del maestro, aprendemos de todos y todo el tiempo.
Recuerdo que una de las personas que más me ha influido es una profesora que educaba sin que te dieras cuenta que estabas aprendiendo, ocurría como si fuera algo no previsto, de repente terminaba la clase y sentías que ya no eras el mismo. Encima te hacía creer que eras tú el que lo habías logrado sin ayuda. Después he comprendido que lo que ella hacía es muy difícil, que no todo el mundo es capaz de enseñar así.