martes

Vivir cada día


Arrastrada por la marea de cine social de los años 70 (Gente corriente, Todos los hombres del presidente...) , la televisión de esa época hizo algunos experimentos que intentaron reflejar la vida real de las personas que soportaron aquellos duros años. Recordemos que en España la crisis del petróleo, la muerte de Franco y la transición fueron episodios que marcaron esa década.
Viendo Callejeros (Cuatro), Vidas anónimas (La sexta) e incluso algunos programas de Documentos TV ( La 2) he recordado un programa que se mantuvo en antena muchos años cuando la televisión pública era lo único que teníamos y los profesionales de entonces podían correr riesgos. Me estoy refiriendo a Vivir cada día; la cámara nos enseñaba la vida de personas anónimas sin más artificio que una voz en off narrando y dando apoyatura a las imágenes.
Vivir cada día no rebuscaba en el morbo, como hacen algunos de los que he citado antes, ni siquiera pretendía adoctrinar, que hubiese sido lo lógico dada la época, era sólo una ventana por la que podíamos entrar en la vida de personajes como nosotros mismos. Ahora que muchos se acuerdan de programas como La clave, Un, dos, tres y otros de entonces, mi homenaje a este producto de artesanía.