viernes

Kioskos y colecciones...


Hace tiempo Alfonso hablaba del tema. Sobre las colecciones que van saliendo en los kioskos. Colecciones que no sé si alguien las consigue terminar alguna vez. Son muy golosas al principio. La primera entrega te vale casi la mitad o menos. Pero si te pones a calcular el tiempo que te tienes que llevar para terminarla y lo que te sale al final económicamente, se te quitan las ganas. Cuando veo una anunciada en televisión lo primero que hago es leer la letra pequeñita que sale al final del anuncio advirtiéndote de lo que dura la colección y lo que vale cada semana. Sí, estoy así de majareta. Pero es la única manera de no caer en ninguna de las colecciones: ESTAR MAJARETA.
Y qué me decís de lo que se puede llegar a coleccionar...Dedales, osos, una maqueta de un avión, una casita de muñecas de estilo sevillano, libros, motos a escala, coches a escala, d.v.d. infantiles, piedras, cuencos, collares, cursos de punto de cruz, de relajación...Bueno, no me fijo mucho en ellos. Lo que sí es que yo no podría tener un kiosko y no morirme enterrada entre tanta colección, asfixiada entre tanto cartón y tanto cacharro inútil empaquetado en el mismo. Porque cada colección ocupa un lugar en el espacio. Espacio del kiosko que se va empequeñeciendo a medida que alguien se inventa una nueva colección empaquetada...Creo que los pobres tienen pesadillas con lo mismo. Me refiero a los kioskeros. Pobrecitos. Un plus de peligrosidad no le vendrían mal. Y jubilarse a los cuarenta, tampoco. Yo con artrosis, viejecita e intentando entrar en un kiosko a trabajar no me sería posible. Ni a mí ni al mismísimo Houdini...
Foto del Flickr. Autor: mirandomicamino