lunes

Oigo voces


Ya está aquí la tonta del "bote". Y nunca mejor dicho. Es una agonía. Ha encendido la luz. Se está llenando la bañera. Se echa sales de baño. Las compró hace una semana. Luego usará la pastilla de jabón. Una pastilla hermosa, negra, grande, que hace mucha espuma y que huele estupendamente.Es verdad, y usará el champú especial para pelos teñidos. El acondicionador del cabello. Unos tarros grandes, robustos...Se los compró en el Carrefour el otro día. Había una oferta genial y además te regalaban un bolso de loneta. Luego se secará. Se untará el cuerpo de crema hidratante. Otro tarro precioso. Del color que se lleva este invierno...Y mientras, nosotras aquí. En este armario del cuarto de baño. Llevamos aquí encerradas meses. Menos esa que lleva dos años. Nadie nos saca. El primer día que nos vieron, fuimos cogidas con mucho afán y cariño. Nos observaron detenidamente. Si estaban más de un día allí, a las del día anterior nos "escondían" y volvían a coger las del día siguiente. Porque una señora amable que trabajaba allí tenía orden de "reponernos" si no nos veía. Nos metieron en una gran maleta. Y luego nos dejaron aquí, de aquella manera. Y no nos sacarán de aquí nunca. Quizás como el día que hicieron una limpieza general. Que a la más "anciana" la tiraron por presentar un color sospechoso...Agonía, que eres una agonía. Tanto guardar para NADA.
Sí. Oigo voces cuando me meto en el baño. Mi pareja cree que estoy loca. Pero lo cierto es que cuando abro el armario de mi cuarto de baño creo que me miran con reproche las muestras que me dejaron en todos los hoteles en los que he estado. Las voces que creo oír, son esas dosis pequeñitas de gel, champú...Creo que están enfadadas conmigo por haberme olvidado de ellas. Y me gustaría preguntar a mi psicólogo si alguna vez, alguien, usó dichas muestras...
Foto del Flickr. Autor: wicho.