martes

Trajes


En la vida de una mujer hay diferentes acontecimientos donde el traje que lleves es lo primero en lo que se fijan. Acontecimientos importantes.
Cuando era pequeña me bautizaron. Y el vestido de cristianar que llevé perteneció a una prima.
Llegó el momento de la Comunión. La economía familiar no daba mucho de sí. Así que el traje también fue de una prima.
Cuando era niña, mis primas (más mayores), se vestían con trajes de punto inglés que su madre les hacía. Trajes que mis hermanas y yo heredábamos.
Cuando me vestí de gitana, siendo niña, la amiga de mi madre me prestó uno de su hija.
Me casé de blanco. Y el traje me lo prestó la hija de una prima de mi madre. Yo pasaba de gastarme un montón de dinero en el traje de un sólo día.
Ahora me doy cuenta que, aunque siempre fui de prestado, esos momentos fueron especiales para mí. Lo de menos fue el traje.
Así que, a partir de ahora, no juzguéis a nadie por el traje que llevan. Lo mismo es prestado...Sólo miradle la cara. Veréis si está contento o no.
Eso sí, tampoco necesito traje para mi mortaja. Quiero ser incinerada.
Foto del Flickr. Autor: Patoncitto.