martes

Bardem


Desde que ví a Javier Bardem en Jamón Jamón quise ser una chica... jamón.
Pero con él me he ido desinflando mucho. Se ha sentido maravillosamente protagonista e indiscutiblemente se ha pavoneado como si fuera un espléndido actor.
Todo lo contrario que con Robert Downey Jr.
Con Robert fue al revés. Me pareció un engreído. Hubo una época de su vida en la que cayó en lo más profundo de las miserias humanas. Salió de las profundidades más fuerte que nunca. Con el paso del tiempo me cautiva su mirada y su saber estar. Me resulta hasta elegante.
Bardem ahora es lo que Downey Jr era hace años: una caricatura de sí mismo.