sábado

Niños pijos en la playa


Suelen ser familias numerosas. Mínimo dos ó tres niños por pareja. Lo que hace que se propaguen de manera rápida. De aquí a unos años no vamos a caber en la playa.
Van siempre con el mismo modelo de bañador. Y ya me explico por qué. Se suelen unir varias parejas con sus respectivos vástagos. El número de niños es elevado por grupo. Para tener vigilados los tuyos no te queda otra que vestirlos con el mismo bañador. Con el mismo estampado. Tú giras la cabeza y si se te mueve el niño de sitio ya lo localizas por el bañador. Es difícil tener mínimo 3 niños y que no se te pierda o lo confundas con el de tu amiga Cuca. Además, como les pasa a sus padres, todos los niños pijos son iguales.
Lo que me llama también la atención es que esta clase social casi nunca se sienta en la playa. Están de pie casi todo el rato haciendo vida social con el resto de los de su clase. Comentarán los negocios que tienen, las regatas que han ganado, el último coche que se han comprado...
También van algunos con sus criadas a la playa. Sabes que no es su hermana porque casi todas son sudamericanas. Ellas son las encargadas de poner el bronceador a los niños. De bañarse con ellos. De buscar conchas con ellos. De reirse con ellos. Una pena para los padres. Y mi más sincero homenaje a estas mujeres que tienen que hacer con los hijos de otras lo que no pueden con sus hijos en ese mismo momento. Lo mismo los tienen a miles de kilómetros de distancia.
La vida no suele ser justa ¿no?