viernes

Una colecta para Tita


He oído en los medios que Tita Thyssen tiene problemas de liquidez y que para ello, va a tener que vender alguno de los cuadros más valiosos que tiene. Mi corazón se ha encogido y me embarga un sentimiento de pena que no puedo evitar como no sea haciendo algo para contribuir a paliar la difícil situación que esta chica está atravesando.
Desde ya propongo que me mandéis todo lo que podáis para tan noble fin, lentejas, garbanzos, ropa usada, dinero, aunque sea calderilla. Avisadme a través del correo que aparece en el lateral y yo gustoso recogeré lo que me deis y se lo haré llegar, palabrita.
Desde luego lo de esta mujer es mala suerte, primero lo de tener que encadenarse a los árboles, después lo de ceder su colección gratis y ahora esto.
Y pensar que una chica de mi centro lloraba el otro día porque sale a embargo su casa porque sus padres no pueden hacer frente a la hipoteca. Qué exageración, llorando por una cosa tan banal, con trece años que tiene ya, eso no es motivo de preocupación. Que se preocupe por lo de Tita, que eso sí que es una tragedia.

Harto de los políticos

¿No tienen la sensación de que la política es cada vez más un charco en el que chapotean los más mediocres, los más sinvergüenzas y los que se creen más listos? Si meten la mano y se llevan pasta, lo hacen sin maldad porque están ayudando a personas que de verdad lo necesitan (caso de los ERES). Si reciben prebendas son hechos puntuales y sin mala fe (caso Camps). La verdad es que los ciudadanos empezamos a estar hasta la coronilla de que nos tomen por tontos y creo que va siendo hora ya de que les demostremos que nos merecemos una clase política mejor y de más altura intelectual. Empiezo a estar cansado de ver las mismas caras desde hace décadas. Cuando la política se convierte en una forma de ganarse la vida, mala cosa.