miércoles

La muerte de Agata

Me ha venido al pensamiento cómo NO me gustaría que me velaran cuando yo haya muerto. NO quiero gente llorando, ni gente a la que hace siglos que no veo, ni familiares coñazos y cizañeros que me han hecho la vida imposible. NO quiero que estén en el Tanatorio hablando a chillidos en los pasillos de tonterías. NO quiero que me recuerden a su manera. Quiero hacer lo que me de la gana. Si puedo, daré todos mis órganos. Quiero ser incinerada y que mis cenizas no sean propiedad de nadie. En eso estoy pensando...en no dejarle a nadie la obligación de deshacerse de ellas.
Lo que sí quiero es morirme y que lo celebren como en New Orleans. Quiero mi Banda. Que recorra las calles de mi ciudad y que baile quien quiera. Conozco buenos músicos y vivo con tres de ellos, qué mejor homenaje hacia mi persona (aunque no lo merezca)
No quiero lágrimas. De negro podéis ir, me gusta. Pero porque de siempre me gustó.
Alabada sea la santa música...
Chicos, prometedmelo.