viernes

Agata nocturna




Han contratado por una vez más mis servicios solicitados tantas y tantas veces por diferentes personas ávidas de sensaciones fuertes. No quiero hacerlo con todos, una tiene su grado de escrúpulos. Los olores fuertes me aterran y el tacto ingrato, también.
Hombres y mujeres, mujeres y hombres. Todos tienen algo que esconder al resto de la gente. Cosas que a otras personas no dirían me lo confían a mí esperando que yo les de el placer que tanto desean. Y lo consigo. Por eso soy tan codiciada. Mis servicios son caros porque nadie lo hace como yo y tan discretamente.
Esta noche tengo el próximo trabajo. Ella me ha contratado, es bellísima. Subida a unos tacones de Jimmy Choo, enfundada en una falda de cuero de Yves Saint Laurent y con una camisa de seda de Carolina Herrera me mira con ojos deseosos de empezar. Su perfume me hechiza. Mi melena y la suya son negras como el azabache. Ahora viene lo bueno, las fotografías. Me enseña una de su marido, y yo, seré su regalo.
Han contratado de nuevo mis servicios...y una vez más mi manera de matar por encargo me hace ser la mejor. Alabado sea el demonio.