domingo

¿Dónde van las horas?

Tal y como están las cosas lo que menos queremos es que nos quiten lo que ya tenemos. El tiempo de cada uno tiene el precio que cada cuál quiera darle, y yo le doy todo el valor del mundo. Será que he estado presente algunas veces en situaciones donde las horas de una persona son mermadas por el resultado de una biopsia o por el de un electrocardiograma. Será porque en una milésima de segundo tu vida puede cambiar de la noche a la mañana. Algo que es micro puede asustarte de tal manera que si no tienes cuidado puede convertirse en macro.
Por eso cuando cambian la hora y te quitan una de ellas...¿dónde van esas horas que eran tuyas y que se han difuminado? Sé dónde pueden ir mis horas felices, dónde pueden estar mis horas amargas, quién puede tener mis horas de amor descontrolado...Pero no existe ningún lugar en el mundo donde las horas robadas puedan estar. Son horas fugitivas, siempre a la busca de algún sitio donde nadie las encuentre bajo pena de desintegración temporal. Quiero recuperar mis horas robadas, ya sé que pasados los meses me la devuelven...pero no es lo mismo. Ese día, cuando ocurre estoy más cansada que nunca. La quiero hoy, para poder soñar con ella con mi padre.