miércoles

Independencia

Vaya por delante que respeto el derecho de todas las personas a sentirse del sitio que más les apetezca, sea un país, una región, un pueblo e incluso un barrio. Es más, creo más en los nacionalismos de barriada que en los nacionalismos de un estado. Ahora que todo va mal a nivel económico, una multitudinaria manifestación como la que ayer tuvo lugar en Barcelona huele a huida. A abandono en momentos de dificultades o a fanfarronería para negociar. O me dais lo que quiero o me voy. Pues ya ven, genial, el pueblo catalán o el del barrio de San Telmo de Jerez pueden pedir su independencia si así lo quieren... pero con todas las consecuencias. Nueva moneda, nuevas instituciones, empresas locales, productos locales, pasaportes para entrar y salir, impuestos y gastos únicos, defensa y protección social propia, selecciones nacionales y nada de rescates. Soportar aranceles para exportar y sistema financiero diminuto. A veces, los políticos prenden la mecha sin valorar las consecuencias. O no.